Turismo en Tarija: Vinos y Encantos del Sur de Bolivia

Introducción

Ubicada al sur de Bolivia, Tarija es una joya poco conocida que seduce a sus visitantes con un encanto apacible, paisajes de ensueño y, sobre todo, un legado vitivinícola que se remonta a siglos atrás. Este rincón chapaco no solo ofrece una de las experiencias de enoturismo más singulares de Sudamérica, sino que también deleita con su gastronomía local y su hospitalidad tradicional.

El turismo en Tarija Bolivia se ha transformado en sinónimo de experiencias sensoriales. Desde catar los vinos más altos del mundo hasta recorrer las colinas salpicadas de viñedos, todo en Tarija invita a una exploración pausada y profunda, ideal para los amantes del vino y la buena mesa.

Historia vitivinícola de Tarija

Agradecemos las fotos a varinia landa y Adriano en Unsplash

La historia del vino en Tarija comienza con la llegada de los españoles en el siglo XVI, quienes introdujeron las primeras cepas de uva en esta región. Sin embargo, fue recién a mediados del siglo XX que la viticultura tarijeña comenzó a desarrollarse comercialmente, dando paso a la creación de bodegas bolivianas que hoy producen etiquetas reconocidas en competencias internacionales.

Lo que hace única a esta zona es su altitud. Los viñedos tarijeños se cultivan entre los 1,800 y 2,400 metros sobre el nivel del mar, lo que da lugar a vinos con gran carácter, elegancia y frescura. Además, el clima seco y templado, con una importante amplitud térmica, favorece la concentración aromática y la maduración lenta de las uvas.

Las rutas del vino y principales bodegas

Una de las actividades más recomendadas para quienes buscan descubrir Tarija y sus vinos es recorrer las rutas del vino, una serie de circuitos enoturísticos que conectan las principales bodegas de la región. Estas rutas permiten al visitante adentrarse en el proceso de producción, desde el viñedo hasta la copa, y disfrutar de degustaciones guiadas por expertos.

Entre las bodegas bolivianas más destacadas de Tarija se encuentran:

1. Bodega Aranjuez

Reconocida por su vino emblemático “Juan Cruz”, Aranjuez ha sido pionera en la implementación de tecnología moderna sin perder el respeto por los métodos tradicionales. Su Tannat ha recibido numerosos premios internacionales.

2. Bodega Kohlberg

Una de las más antiguas y grandes del país, Kohlberg es una parada obligatoria en cualquier itinerario enoturístico. Sus viñedos en Santa Ana ofrecen vistas espectaculares y una experiencia completa, con visitas guiadas, catas y maridajes.

3. Casa Real

Si bien Casa Real es mundialmente conocida por su singani, el destilado nacional de Bolivia, su bodega también destaca por la experiencia sensorial que ofrece a los visitantes. Las catas aquí se combinan con recorridos por sus destilerías y jardines.

4. Bodega Campos de Solana

Una de las más innovadoras, con vinos premium que han conquistado mercados internacionales. Su tour incluye degustaciones de vinos de altura acompañadas de quesos y charcutería local.

Recorrer las rutas del vino en Tarija es sumergirse en un mundo de aromas, texturas y paisajes. Además, muchas bodegas ofrecen alojamiento boutique y menús gourmet con productos locales.

Gastronomía chapaca: el sabor del sur

La cultura chapaca, tan cálida como su gente, se manifiesta con fuerza en la gastronomía local. Tarija es tierra de sabores auténticos, donde se combinan ingredientes andinos y criollos en preparaciones llenas de tradición.

Entre los platos más representativos que todo enoturista debería probar están:

  • Saice tarijeño: un guiso de carne molida con papas, arvejas y condimentos, ideal para acompañar con un Tannat joven.
  • Ranga ranga: un caldo picante con panza de res, perfecto para las noches frescas de Tarija.
  • Empanadas blanqueadas: fritas y espolvoreadas con azúcar, suelen servirse con café o singani.
  • Humintas al horno: similares al tamal, se elaboran con choclo, queso y anís.

La gastronomía chapaca se disfruta aún más cuando se acompaña con un vino local o un singani artesanal. Además, muchos restaurantes en Tarija ofrecen menús maridados, pensados para exaltar los sabores autóctonos.

Consejos de viaje para disfrutar Tarija al máximo

Si planeas embarcarte en la experiencia de descubrir Tarija y sus vinos, aquí te dejamos algunos consejos útiles para aprovechar al máximo tu viaje:

  1. Mejor época para viajar: De marzo a mayo, durante la vendimia, cuando los viñedos están en su máximo esplendor y hay eventos enológicos.
  2. Transporte: Tarija cuenta con aeropuerto y conexiones terrestres. Para recorrer las rutas del vino, se recomienda alquilar un vehículo o contratar tours guiados.
  3. Alojamiento: Existen opciones para todos los presupuestos, desde hoteles boutique en el centro hasta eco-lodges entre viñedos.
  4. Vestimenta: Lleva ropa ligera para el día y abrigo para las noches, que pueden ser frescas incluso en verano.
  5. Visitas a bodegas: Reserva con antelación, especialmente en temporada alta. Muchas bodegas requieren cita previa para las catas y tours.

Conclusión

Tarija es más que un destino turístico; es una experiencia para los sentidos. Desde sus imponentes paisajes de viñedos hasta su rica cultura chapaca, pasando por una gastronomía auténtica y vinos de altura que sorprenden incluso a los paladares más exigentes, este rincón del sur boliviano promete momentos inolvidables.

En el mapa del enoturismo sudamericano, Tarija Bolivia turismo merece un lugar destacado. Así que si estás buscando un viaje diferente, donde la calma, el sabor y la historia se entrelacen en cada copa, Tarija te espera con los brazos abiertos y una copa llena.

Deja un comentario